Por aquel entonces vivía un camello en nuestro piso, llegamos tarde al Paseo de los Tristes, cuando el concierto ya había empezado, en el escenario la Lole y la Orquesta de Tetuán interpretaban la Noche maravillosa de la nuba Garibat Al-Hussin. De fondo en las torres de la Alhambra, blincaban las princesas de los velos y Boadid lloraba.
Era el Corpus en Granada.
Por Chus Martínez.
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